miércoles, 3 de agosto de 2011

Sistema para bajar de peso.

 

Por: Akeh Lahcancihion

 

Juanito Bananas andaba tremendamente excedido de peso, a tal grado que sus amigos hacían chungas con el y ya lo traían por el callejón de la amargura.

 

Un día, casualmente, ve un anuncio en el ofrecían un sistema muy efectivo para bajar de peso.  El susodicho sistema era cariñoso pero aseguraban que era verdaderamente efectivo, tanto que si no daba resultados efectivos devolvían todo el dinero.

 

Juanito anota la dirección, una colonia muy exclusiva, lo que daba de entrada buena confianza.

 

Era sábado, no tenía pendientes, así es que se decide a ir.  Llega al edificio donde estaba el gimnasio de marras.  En la entrada había un aviso en el que indicaban que había tres sistemas.  El más caro era de 15 mil pesos, el segundo de 10 mil y el último y más barato era de 5 mil.  Sopesa lo que llevaba en el bolsillo, ve que llevaba lo suficiente para pagar cualquiera que escogiera.  Se acuerda que oyó a uno de los compañeros de trabajo que el de en medio era formidable, por lo que finalmente se decide por dicho sistema.

 

En esa tesitura, se dirige al mostrador de atención a clientes y le dice al dependiente:

--Mire mi amigo, quiero contratar el sistema de 10 mil esos.

--Ok, le contesta.  Le elabora su recibo y le indica que pague en la caja.

 

Una vez hecho lo anterior, por indicaciones del dependiente se dirige al interior del gimnasio, en donde otro dependiente le indica que se cambie de ropa y se ponga un uniforme que le proporciona, compuesto de short y camiseta.  Después le indica que se siente en una silla que está a lado de una puerta, pero previamente pasó por la báscula para checar su peso.

 

Después de esperar un rato, suena un timbre, se abre la puerta y sale una preciosa mujer, como de unos 20 años, hermosa ella, bien formadita, que lo deja totalmente lelo.  La mujer estaba totalmente desnuda y se cubría únicamente con un letrero que decía: "SI ME ALCANZAS SOY TOTALMENTE TUYA".

 

Juanito, después de sacudirse el impacto que obviamente le causó, se levantó de la silla y se lanzó tras ella.   Pero resulta que la dama en cuestión resultó ser una verdadera gacela, así es que Juanillo, por más que hizo  no pudo darle alcance.  Ya exhausto, Juanito se rindió y azotó en la duela cuan largo era totalmente agotado. Ya no tenía fuerzas, ni ánimo, para siquiera pensar en lo bien que la hubiera pasado con tan bella dama, un verdadero cromo de verdad.  Se pesó en la báscula y se llevó la gran sorpresa de que había bajado 10 kilos.  Lo que obviamente lo animó.

 

Después de varias horas, quizás cinco o seis, ya repuesto, Juanito levantó ánimo y lívido, a tal grado que pensó contratar el sistema más caro, con la idea de que seguramente saldría una hembra superior, todavía más preciosa y bien puesta que la que le habían dado en el sistema que había contratado.

 

Con la idea fija en lo que haría, preguntó se había restaurante y confirmado esto, se dirigió a él.  Legó, se sentó ante la barra y pidió la carta, fijando su atención en lo que ofrecían para reponer la energía y cargar las baterías.  Una vez sintiéndose bien repuesto se dirigió nuevamente al gimnasio y contrató el sistema de 15 mil pesos, o sea el más caro.

 

Se preparó y se colocó a lado de la puerta por donde tendría que salir la próxima dama.  Después de una breve espero, que a él se le hizo eterna –estaba ganoso el hombre--, se abrió la puerta y salió un poderoso negro, con un letrero que decía: "SI TE ALCANZO TE COJO".  Ya le demás, imagínense ustedes lo que sucedió.  Todas las hipótesis son válidas.

 

 

 

 



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