domingo, 21 de agosto de 2011

Raquelita y Juanita

 

Por: Pehro Gruhllo

 

 

Las viejitas Raquel, judía de 84 años, y Juana, católica de 85, siempre fueron íntimas amigas; como no querían crearles problemas a sus hijos y nietos, cada una resolvió irse a vivir a una Residencia de la 3ª Edad de sus respectivas religiones.


Pasados algunos meses, Juana echa mucho de menos a su amiga y decide ir a visitarla en la residencia Judía.


Al encontrarse: fiesta de lloros, besos y abrazos.

Pasadas las primeras emociones, se ponen a conversar:

-Raquel, dime, ¿cómo es la vida en esta casa?


-Raquel le cuenta sobre la comida maravillosa, las instalaciones, la amabilidad de las enfermeras...


Después, con un guiño de ojos, le hace una confidencia:

-Lo mejor, Juana, ¡es que tengo un novio!


Juana exclama:

- ¡Virgen Santa! ¡Qué maravilla!

 

Cuéntame, ¿cómo es eso?

- Bueno... después del almuerzo nos vamos hasta mi habitación y nos sentamos en el borde de la cama. Yo dejo que me toque por arriba y después por debajo, y entonces... cantamos canciones judías.


-¡¡ES MARAVILLOSO!! ¡Eso es una bendición, Raquel!. Estoy muy feliz por ti!

¿Y tú, Juana? -pregunta Raquel-

¿Cómo es en tu Residencia?


Juana le cuenta sobre la comida maravillosa, las instalaciones, la amabilidad de las enfermeras.

Después, con un guiño de ojos, le hace una confidencia:

-¡Yo también tengo un novio, Raquel!


-¡Oh, qué bien, Juana! ¿Y qué es lo que haces con tu novio?


Juana sonríe y le dice:

- Subimos a mi habitación después del almuerzo y nos sentamos en el borde de la cama.

Le dejo que me toque por arriba, después por debajo...


Raquel pregunta, ansiosa:

-¿Y entonces...?


Juana continúa:

-Y entonces, pues… como no conocemos ninguna canción judía, ¡Pues nos ponemos a coger como desesperados!

 



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