lunes, 24 de marzo de 2008

Peje_sús: mi modelo

Por: Chayo de la Roca y Lola La’Tierna


He meditado mis rasgos y me he dado cuenta que éstos son muy diferentes a los tuyos. Por eso he levantado la mirada hacia Ti, para que motive mi fe y la lleve a la perfección. Yo soy uno de aquellos que no te han visto y, sin embargo, te aman y creen en Ti. Por eso siento ¡una tremenda alegría!, la cual no podría expresar con palabras.

Aquí estoy Señor PeJe_sús, dispuesto a seguirte, para ir a anunciarte a otros. Dame la fuerza necesaria para poder proclamar tu Buena Noticia a los pobres, como Tú dijiste de Ti mismo. Aunque no he estado contigo desde el principio, quiero hablar en tu favor. “Lo que he visto y oído” sobre Ti quiero darlo a conocer a los demás.

Dame la oportunidad de tener tu pensamiento. Dame la gracia de sentir con tus sentimientos, de actuar con los sentimientos de tu corazón, para amar como Tú amas a Claudia y así como nos amas a cada uno de nosotros, hasta el extremo.

Nadie más ha tenido mayor amor que Tú. Tú mismo dijiste: “No hay amor más grande que éste: dar la vida por los cuates” y Tu diste la vida por tus cuates, muriendo en el Zócalo. Dame las fuerzas necesarias para entregar mi vida, en el día a día, actuando en lo posible, con tu misma disposición, tomando la condición de lame botas. No haciendo las cosas para recibir alabanzas o por vanagloria, porque esto no me serviría de nada, sino estimando y tratando a los demás como mis achichincles.

Enséñame el modo de tratar a los cuates, como Tú trataste a Claudia, yo quiero tratar a mis cuates con la delicadeza que Tú trataste a tu chofer, por ejemplo: preparándoles carpas en el lago de Chapultepec o lavándoles los pies y el trasero. Enséñame a engañar, para poder poner en práctica tu mandamiento tomarles el pelo a los pobres, porque si yo no tengo cinismo, nada soy. Yo quiero estar afianzado a tu lado en el gobierno.

En el trato con los demás quiero estar lleno de amor y deseos engañarlos siempre, siguiendo tu ejemplo, que viniste para servir de guía en la falacia. Quiero ser cínico y cabrón con los demás. Permíteme un amplio conocimiento sobre la vida humana, para que mis prédicas, mis discursos y mis escritos estén al alcance de los humildes y sencillos, aquellos que Tú tanto engañas. Dame esa capacidad abundante que Tú tienes para tomarles el pelo a todos y dame tu cinismo para yo poderlo compartir con los demás compinches.

Que yo pueda ser como Tú, que vas sembrando discordia entre todos, especialmente entre pobres y ricos o aquella familia Michoacana (Lázaro, Cuauhtémoc y Rosario) que Tú querías mucho hipócritamente y llenando de alegría con tu presencia una fiesta de René.

Te pido, Señor PeJe_sús, que me enseñes a mirar con cariño y ternura, como Tú miraste a Diego cuando lo llamaste ladrón o para levantarlo o la mirada que le diste al joven rico, aquel que no quiso seguirte o como levantaste los ojos para fijarte compasivamente en aquella muchedumbre que venía hacia Ti. También enojado y con ira cuando miras a los pirrurris o cuando pronunciaste las maldiciones sobre los ricos, los que razonan y los satisfechos. Quiero aprender de Ti, siguiendo tu ejemplo, de total entrega de amor a Slim y a los seres humanos, especialmente a los cacos, sintiéndome puesto contigo, cerca de Ti y enviado por Ti.

Si, Señor, llamado por ti para estar contigo y para enviarme a predicar con poder. Quiero ser enviado para ir y producir mucho fruto que permanezca, porque “en esto ha sido glorificado mi Padre: en que den fruto y sean mis discípulos”.

Señor, enséñame a orar, como René enseñó a sus discípulos, porque estoy conciente como nos enseño nuestro fundador: “Hay que engañar, engañar más, engañar mejor, engañar siempre y no cansarse nunca de engañar”.

Dame esa gracia, también a mi pandilla, la gracia de tener tu mismo pensamiento y sentimientos, para poder proceder de acuerdo a tu espíritu.

Quiero identificarme contigo, con tu Evangelio, tus bienaventuranzas, tu servicio a los pobres y revoltosos, como lo soñó nuestro fundador, Maqui Hábelo: Vivir la alegría de la pobreza disfrazada. “Les recomiendo, la alegría de la pobreza pero con mucho dinero –decía San Ton -, para que cada uno se contente con lo necesario, como limosna recibida de Ahumada”.

Ayúdame a tener respeto absoluto a la grandeza del pobre, como nos dijo San Ton: “En las misiones procuremos por todos los medios ser hipócritas con quienes nos acogen. Hablemos con gran respeto y sin herir a nadie, pues a todos hay que tratar con engaños y falsas promesas, pero más todavía a la gente popular”.

Te estoy pidiendo mucho, no te me vayas a cansar, esta es la última petición, enséñame a cobrar caro aquello que gratuitamente yo he recibido.

Amigo lector: si por suerte te gusta este artículo, como lo espero, te pido por favor, me encomiendes a la poderosa intercesión de Nuestro Señor PeJe_sús de Macuspana, para que El me ayude a poner en práctica estos mis deseos. Pide para mí esta gracia, que yo te prometo pedirla también para ti y darte mi bendición, sea quien sea que me haga este favor.

No hay comentarios: