jueves, 11 de noviembre de 2010

7.- El del gangoso comprando en la Farmacia.

Por: Gahr Gahjo

Artemio era un gangoso que casi nadie le entendía, pero la necesidad obliga, así que un buen día que tenía una cita de amor con Lupita, su amiga de siempre y que lo comprendía muy bien, se acordó que no tenía condones, así es que pasó a las carreras por la farmacia.

El dependiente: --"Que se ofrece señor"

Artemio (gangosamente): --"Sabe, yo necesito condones"

El dependiente: --"Perdone, pero no le entendí"

Artemio: --"Siii, yo quiero condones"

El dependiente: --"Caray, perdóneme pero no le entiendo ni soca"

Artemio, ya entrado en desesperación, hace señas significando lo que quiere, pero el dependiente se queda pasmado.

Entonces Artemio, ya muy apurado por el tiempo, se desabrocha la bragueta del pantalón, se saca el pene (talla grande), lo pone encima del mostrador, saca dinero y lo pone a un lado. 

El dependiente se queda pensando un buen rato, y finalmente dice:--"¡Ah, creo que comprendo lo que usted quiere señor!"

Entonces, con un movimiento rápido, se desabrocha la bragueta del pantalón, se saca el pene, más grande aún que el de Artemio, lo pone encima del mostrador, a un lado del de Artemio, y grita con júbilo:--"YO GANO.", y en una acción rápida jala el dinero para sí.

 

 

 

 



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