viernes, 6 de junio de 2008

Calentamiento

Por: Frio Lento
Un joven llevaba a su novia de regreso a casa en un día en que hacía un frío del diablo, cuando de pronto se les poncha una llanta. El joven baja de su auto y empieza a cambiarla. Al poco rato sube al auto y le dice a la novia:
-- "¡Estoy muerto de frío! ¡Ya casi no siento mis manos!"
-- "Pues mételas en medio de mis piernas para calentarlas!"
La muchacha se sube el vestido y le permite al joven que ponga sus manos entre sus muslos.
Después de un rato el joven dice:
-- "¡Ya! ¡Ya las siento mejor! Déjame terminar de cambiar la llanta."
El joven termina de cambiar la llanta y al entrar de nuevo al auto, la muchacha le dice con visible ganas:
-- "¡Parece que tus orejas están también terriblemente frías!"

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