Por: Sihmi Mahmas Yohro
Una mujer llega a su casa y le dice al marido:
- ¿Te acuerdas de esas jaquecas que me daban cada vez que íbamos a hacer el amor? ...Ya me mejoré!!!
- Como, ¿¡ya no tienes más dolor de cabeza!!!? -preguntó el incrédulo el marido.
La esposa respondió:
- Mi amiga Mary me indicó un terapeuta que me hipnotizó. El médico me pidió que me parase frente a un espejo y repitiera para mí misma:
No tengo más dolor de cabeza.
No tengo más dolor de cabeza..
No tengo más dolor de cabeza.
No tengo más dolor de cabeza.
...Bueno hice eso, y mi dolor de cabeza desapareció!.
El marido todo sorprendido le responde:
- ¡¡¡Qué maravilla!!! ¡Esto es fabuloso!.
La esposa aprovechó la oportunidad y le dice:
- Mi amor, como últimamente no tienes mucho interés en hacer el amor, ¿por qué no visitas a este médico?, tal vez te pueda curar, y tengas ganas nuevamente.
El marido le hizo caso y pidió una hora donde este médico fabuloso.
Después de unos días de terapia quería tener una noche ardiente con su esposa. Comenzó a sacarse la ropa y arrastró a su esposa a la pieza. La acostó en la cama y le dijo:
- ¡No te muevas que ya vuelvo!
Fue al baño y cuando volvió a la pieza saltó sobre la cama e hizo el amor con su esposa de una forma muy ardiente, como nunca antes lo había hecho con ella. La esposa toda asombrada le dijo:
- ¡¡Ay mi amor, fue maravilloso!!
El marido nuevamente le dijo:
- ¡No te muevas que ya vuelvo!
Fue al baño, y la segunda vez fue mejor que la primera.
La mujer no lo creía más, estaba en éxtasis con esa maravillosa experiencia.
El marido le dijo nuevamente:
- ¡No te muevas que ya vuelvo!
Fue al baño,.. pero esta vez la mujer lo siguió sin que él se diera cuenta.
El marido estaba frente al espejo y repetía para sí mismo:
No es mi esposa...
No es mi esposa....
No es mi esposa...
No es mi esposa...
Nota: El velorio del esposo será mañana a las 10 en el cementerio San Pedro.
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