domingo, 31 de julio de 2011

De las consultas médicas

 

Por Pahl Huhrdo

 

Cuando llegas a la consulta del médico siempre te preguntan la razón de tu visita y tienes que contestar delante de otros y a veces, es muy desagradable.

 

No hay nada peor que una recepcionista que te pide que le digas qué te pasa en una sala de espera llena de pacientes.


Una vez entré a una consulta y me acerqué a la recepcionista - muy poco simpática - :

 

- ¡Buenos días, señorita!

La Recepcionista me dijo:

- Buenos días, señor, ¿por qué quiere ver al Doctor?

- Tengo un problema con mi pene, contesté.

Como algunos se rieron, la recepcionista se irritó y me dijo:

- Usted no debería decir cosas como esas delante de la gente.

- ¿Por qué no? ... usted me preguntó qué me asaba y se lo dije.

La Recepcionista - sonrojada - me dijo:

- Podría haber sido más disimulado y decir por ejemplo que tenía irritado el oído, y discutir el problema con el Doctor más tarde y en privado.
Y yo le contesté:

- Y Ud. no debería hacer preguntas delante de extraños, si la respuesta puede molestar.


Entonces, sonreí, salí y volví a entrar :

- ¡Buenos días, señorita!


La recepcionista se sonrió socarronamente y preguntó:
- ¿¿Sí??

- "Tengo problemas con mi oído"


La recepcionista asintió y se sonrió, viendo que había seguido su consejo


y me volvió a preguntar :


- Y… ¿qué le sucede a su oído, señor?"

- "que me arde al mear",

 

  Las risas en la sala de espera fueron de antología…



 



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