lunes, 7 de julio de 2008

Sucedió en Mexicalpan de las Tunas

Por: Pablito Gomiz & Chuy Otega

Se encontraron Luís, Jonás y Baudelio en una reunión que convocó el "Frente Cívico Che Guevara”, invitados los tres por su común amigo Chencho Urrutia.

Cuando llegaron los tres, por coincidencia, casi al mismo tiempo, diferencia de dos o tres minutos entre ellos, se encontraron que Chencho ya estaba discurseando trepado en la tribuna del presidium.
Ahí estaban connotados líderes de la “izquierda como: Adolfo Pérez Cobrador, Caro Sireña Hernández, Alejo Cedros, Chuy Quepega, Pepe Cavarrete, Darte Flaco, Zoila Pumbaun, Chayo de la Roca, en fin, los meros chipocludos.
Hablaba y hablaba, sin mostrar cansancio el buen Chencho: “que si la izquierda progresista esto, que si la derecha conservadora aquello, bla, bla, bla… la izquierda… la izquierda… la izquierda.
Tanto habló de la izquierda que Jonás, que no era muy dado a asistir a este tipo de reuniones, el se dedicaba arduamente a trabajar y a convivir con su esposa y sus tres hijos, les preguntó a Luís y a Baudelio:
-- “No entiendo eso de la izquierda y menos lo de progresista, ¿qué debo hacer para ser eso?”
Inmediatamente brinco a la palestra Baudelio que era muy ducho en esos menesteres, y le dijo:
-- “Mira mano, para ser de la izquierda tienes que ponerte un sombrero de paja, amarrarte un paliacate en el cuello, salir a la calle gritando a voz cantante vivas a Zapata, al Che Guevara y a Fidel Castro; ¡Ah!, se me estaba olvidando, llevas una pancarta que diga ¡VIVA EL PRESIDENTE LEGÍTIMO/PÉREZ COBRADOR. Antes se le gritaba a Marx, Lenin y a Stalin, pero ya cayeron en desuso. Después animas a otros para que juntos, ya cuando haya una bolita, se pongan a marchar, estorbando el trafico y bloqueado todo lo que pueda bloquear. Se consiguen tizas o pintura y se ponen a pintarrajear, lo que se les ocurra, las paredes. ¿Me entendiste carnal?, y como ahora te puedes ayudar con vehículos, bicicletas, celulares, y alto parlantes; cosa que antes no se podía porque no había, eso significa que se ha progresado, por eso le llamamos le llamamos “progresista”.
Obviamente que Jonás se quedó apantallado, se quedó callado un rato, pensando lo que había escuchado de Baudelio, y por fin, trago saliva y contestó:
-- “Caray Baudelio, se ve que estás muy metido a fondo en estos relajos, pero dime, y ¿qué haces con el trabajo?”
-- “¿El trabajo? ¿Cuál trabajo? ¡Ah sí, el trabajo! Bueno pues hay que darse un huequito para eso.”
-- “¿Para qué, para hacerle al izquierdismo?”
-- “No, para trabajar”
-- “A que caray. No, de plano no le hago a la izquierda, hablando a lo derecho amigo creo que mejor me dedico a trabar y a convivir con mi familia, así puedo enseñar a mis hijos que se vayan por la derecha, que estudien, trabajen y que sean personas de provecho, así como que respeten siempre a todos sus semejantes".
Mientras tanto Luís, que no había dicho ni pío, por fin terció y dijo:
-- “¿Sabes Jonás? Creo que tienes toda la razón, eso es lo mejor para ti, tu familia y desde luego para el país. Y tú mi estimado Baudelio debes de meditar con detenimiento lo que haces, tienes todo el derecho a pensar libremente y a proceder como te convenga, pero nunca afectando a otro, pero si es muy importante que trabajes y seas una persona productiva. Haciendo escándalos y dañando a terceros te estas denigrando y denigrando a tu familia y a tu país”.
Acabó la perorata de los discursistas, se despidieron los tres amigos y cada quien para su “house”.

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