viernes, 9 de septiembre de 2011

La tentación rompe el calzón

Por: Tehs Tahruhdo

 

Un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos. Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo. El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:

- ¡¡Pues mételo y no me fastidies más !!,... Es tu problema.


Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.


- ¿Qué pasó, querido?
- Le preguntó la mujer, ...


- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?

 
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!


- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....


- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...


- ¡Me despidieron!
- Respondió el marido.


- Pero.... y.... eh..... Que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño

?,...

- ¡No, no .... También a ella la despidieron.

 

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