Por: Pahr Vuhlos
Estaba la familia preparándose para celebrar el Día de la Candelaria, y vieron a su pequeño hijo aproximarse al nacimiento.
Llevaba una bolsa con juguetes, y procedió a sacar a todos los soldaditos que tenía en la misma y comenzó a colocarlos en dos líneas rodeando al nacimiento.
Su madre, que a lo lejos lo observa, se acerca a preguntarle qué hace.
El niño la ve a los ojos y le dice: Estoy resguardando al Niño.
¿De qué lo proteges? Pregunta la madre, y el niño le contesta con su carita angustiada:
¡Es que escuché a mi abuelita decir que lo iban a levantar!
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