sábado, 11 de septiembre de 2010

PARA QUE DECIR NO, SI SÍ

Todo depende de las circunstancias

Una respetable dama entró a la farmacia, se dirigió al boticario, lo miró a los ojos y le dijo: -Quisiera un poco de cianuro, por favor.

El boticario preguntó: -¿Para qué demonios necesita usted cianuro?

La dama contestó: -Lo necesito para envenenar a mi marido...

El boticario peló los ojos y exclamó: -¡Por Dios santo! No puedo venderle cianuro para envenenar a su marido, eso es contra la ley... Me quitarían mi cédula y nos meterían a ambos a la cárcel!! Absolutamente NO!   No voy a venderle cianuro!!

La señora entonces abrió su bolsa y sacó de ella una foto de su marido con la esposa del boticario en la alcoba.

El boticario miró la foto y respondió:   ¡Ahhhhhhhh, bueno... así con receta sí!!!

 

 



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