Por: Dr. Embahr Hacese
En la Maternidad “Nacimientos Felices” han desarrollado una técnica en la cual un alto porcentaje del dolor de la parturienta se le traspasa al marido. Para tal objeto se apoyan en un aparato electrónico, desarrollado por dos técnicos contratados por el Consejo Directivo de la misma Maternidad.
Un buen día –ya entrada la noche-- llega una futura madre acompañada de su esposo, los recibe el doctor Benavides, que está de guardia.
-- “Buenas noches, bienvenidos a esta su Maternidad”
-- “Buenas noches doctor. Las personas que nos recomendaron venir aquí, nos dijeron que cuentan ustedes con una técnica en la cual la parturienta da a luz casi sin dolor”
-- “Efectivamente, así es, este aparato va a revolucionar los partos, pues transfiere la mayor parte del dolor propio del parto al padre, de manera que la madre no tiene que sufrir mucho, estarían ustedes dispuestos a probarlo?”
-- “Seguro que sí, para luego es tarde”
-- “Bueno, si es así, entonces el esposo se sienta aquí, y como está en fase experimental, de momento pondremos el aparato al sólo 10%, y ustedes me van diciendo para irlo graduando, ¿OK?”
Total, que el parto progresa de forma normal, y de pronto el esposo dice:
-- “Oiga doctor, de plano no siento nada, ¿por qué no le aumenta al doble, o sea al 20%”
El doctor le aumenta, pero el esposo sigue sin sufrir dolor alguno, y le grita al doctor:
-- “Más, más, póngalo al 50%”
La madre siente un alivio enorme, pero su esposo no se inmuta, y dice:
-- “Oiga doctor, de veras que no siento nada, súbale de plano al 100%”
Total que el parto termina, la madre está de plácemes, el esposo tan tranquilo, el doctor contento, así todos están felices por el nuevo ser que ha nacido.
El joven matrimonio retorna feliz y contento al hogar, pero cual no será su sorpresa que se encuentran en el quicio de la puerta de entrada al cartero muerto, con un rictus impresionante, señal de que antes de morir sufrió un dolor muy fuerte.
En la Maternidad “Nacimientos Felices” han desarrollado una técnica en la cual un alto porcentaje del dolor de la parturienta se le traspasa al marido. Para tal objeto se apoyan en un aparato electrónico, desarrollado por dos técnicos contratados por el Consejo Directivo de la misma Maternidad.
Un buen día –ya entrada la noche-- llega una futura madre acompañada de su esposo, los recibe el doctor Benavides, que está de guardia.
-- “Buenas noches, bienvenidos a esta su Maternidad”
-- “Buenas noches doctor. Las personas que nos recomendaron venir aquí, nos dijeron que cuentan ustedes con una técnica en la cual la parturienta da a luz casi sin dolor”
-- “Efectivamente, así es, este aparato va a revolucionar los partos, pues transfiere la mayor parte del dolor propio del parto al padre, de manera que la madre no tiene que sufrir mucho, estarían ustedes dispuestos a probarlo?”
-- “Seguro que sí, para luego es tarde”
-- “Bueno, si es así, entonces el esposo se sienta aquí, y como está en fase experimental, de momento pondremos el aparato al sólo 10%, y ustedes me van diciendo para irlo graduando, ¿OK?”
Total, que el parto progresa de forma normal, y de pronto el esposo dice:
-- “Oiga doctor, de plano no siento nada, ¿por qué no le aumenta al doble, o sea al 20%”
El doctor le aumenta, pero el esposo sigue sin sufrir dolor alguno, y le grita al doctor:
-- “Más, más, póngalo al 50%”
La madre siente un alivio enorme, pero su esposo no se inmuta, y dice:
-- “Oiga doctor, de veras que no siento nada, súbale de plano al 100%”
Total que el parto termina, la madre está de plácemes, el esposo tan tranquilo, el doctor contento, así todos están felices por el nuevo ser que ha nacido.
El joven matrimonio retorna feliz y contento al hogar, pero cual no será su sorpresa que se encuentran en el quicio de la puerta de entrada al cartero muerto, con un rictus impresionante, señal de que antes de morir sufrió un dolor muy fuerte.
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