Por: Hehlgah Nohsoh
Un día de tantos, un fulano entra en un restaurante de lujo acompañado de una belleza de mujer, un cuerpo divino y una cara preciosa, en pocas palabras una Diosa.
--¿Qué tomará el señor?, pregunta ceremonioso el mesero.
---A mí tráigame de entremés caviar de esturión ruso, posteriormente faisán y para finalizar unas crepes suzette, ¡ah! y para acompañarlo una botella de Moet Chandon.
--Excelente decisión!.. ¿Y a su esposa?'
--- ¿Mi esposa?, ¡Ah si!, mi esposa. Mire mi estimado mesero. Tome, este es el número telefónico de ella, sírvase por favor mandarle un Fax, dígale que chingue a su madre y que me la estoy pasando de poca madre!
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