Eckhart Tolle
Windows Live y Samsung equipan tu casa. Participa y gana!
¡¡¡CUANDO TE TOCA, TE TOCA AUNQUE TE QUITES... Y CUANDO NO TE TECA, AUNQUE TE PONGAS!!!
Por: J. P. C. Pepito jugaba con su tren de miniatura en la sala de su casa, mientras su mamá cocinaba y lo miraba de vez en cuando. Por DOS horas! Y quienes viajan de vuelta, por favor tengan la bondad de subir al tren con su equipaje y acomodarse en sus respectivos asientos, que vamos a partir. Y si algún cabrón hijo de su chingada madre está emputado por las 2 horas de retraso que tenemos, que se pare y le reclame a la pinche vieja que está en la cocina. «EL RESPETO A LA LEY ENALTECE NUESTRO ESPÍRITU» . |
Por: Vizconde de Mirachueco
Alberto Salvatierra, por su parte, ha declarado a los medios: "Pues yo los veo en su sitio".
Por: Bill Hetes
En una pequeña ciudad de Veracruz... en plena temporada, cae una lluvia torrencial que ha durado ya varios días; la ciudad parece desierta. Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso forrado de dinero y entra en un pequeño hotel. Pide una habitación pero quiere verla antes de contratar. Pone un billete de $100 dólares en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El dueño del hotel recuerda que le debe $100 dólares al carnicero, así es que toma el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
El carnicero recuerda que le debe $100 dólares al criador de cerdos, así es sale con el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
El criador de cerdos recuerda que le debe $100 dólares al proveedor de centeno, así es que toma el billete y se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de centeno para animales.
El proveedor de centeno recuerda que le debe $100 dólares a una prostituta, así es que toma el billete y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo no le pagó por sus servicios.
La prostituta recibe feliz el billete de $100 dólares, lo toma y sale corriendo rumbo al pequeño hotel donde había llevado a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un dólar, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!
Es mi deseo e intención |